Este abejorro tuvo la mala suerte de acercarse a la planta equivocada donde la una araña cangrejo acechaba. Unos van a comer y acaban siendo comidos. Es la naturaleza en plena escencia, sin intervención del ser humano. Donde unos controlan que otros no se descontrolen. Si somos capaces de localizarla sobre un gamón como el de la foto o en el interior de una amapola, veremos como el camuflaje es su seña de identidad.
Y aquí su prima, esa que si nos resulta familiar y que en algunas zonas de la Península Ibérica recibe el nombre de vaquita.
Otros de estos insectos, no nos resultan nada familiares y, es muy probable que nunca los veamos si no dedicamos algún tiempo a rastrear los suelos, pero sin duda se tratan de invertebrados con diseños espectaculares como es el caso de la Galeruca del Olmo. Algo de menos de un centimetro de cuerpo amarillo y negro.
A veces las fotografías nos impiden imaginar el tamaño de estos animales al no tener referencias claras que nos proporcionen algo con que comparar. El escarabajo toro, un bichejo pequeño con un nombre muy grande, suele pasar desapercibido correteando entre el suelo y algunas de las flores de las que se alimentan. Simplemente son...escarabajos.
Y si los anteriores son pequeños y no se les presta atención, imaginad este gorgojo que en la foto aparece cubierto de un vello aterciopelado y que mide como un grano de arroz. Algo inapreciable si no nos servimos de la ciencia y tecnología que, con objetivos macro, nos permite ver que además de ese mini cuerpo, tienen una mini trompa, unas mini antenas y unos ojos mini mini.
Así que, si algún día os da por deteneros junto a un herbazal, no dejéis de echar un vistazo a lo que en ese instante os rodea. Seguro que os sorprenderá. Y si conocéis nombres de los escarabanos de vuestra zona, os agradecería que me los enviáseis para incluirlos en el diccionario de nombres vernáculos de los animales de Andalucía. Susguste!!!