LOS ANIMALES EN LA CULTURA POPULAR DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

LOS ANIMALES EN LA CULTURA POPULAR DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

En este blog, puedes encontrar algunos fragmentos de nuestra cultura popular relacionada con los animales de la Península Ibérica. Así mismo, espero tu colaboración con aportes de aquello que conozcas sobre el tema. Refranes, dichos, leyendas, mitos, poesía, canciones... serán incluidos en la reedición de mi libro Las aves ibéricas en la cultura popular.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

EL GUARDIÁN DEL CAMPO

Un cuento de animales: EL GUARDIÁN DEL CAMPO

Os dejo un cuento que escribí hace un par de años y que va de animales de la fauna ibérica. Un cuento infantil. Un homenaje al siempre menospreciado gorrión. A ver si os gusta.



EL GUARDIÁN DEL CAMPO
  
   Cuando llegó la primavera, como cada año, todos los animales se reunieron en el claro del bosque. Había un pacto entre ellos, durante la reunión, debían respetarse. Así, entre todos, solucionarían los problemas que hasta ese día habían podido ocurrir.
   Poco a poco, y desde bien temprano, iban apareciendo toda clase de animales. Los primeros en hacer acto de presencia fueron los conejos, seguidos de los topillos, tortugas, zorros, águilas, tejones, búhos… así hasta que antes del medio día todos estaban presentes.
   Aquel invierno había sido muy lluvioso y el agua había formado grandes torrentes. Se había llevado la tierra y los pobres árboles habían quedado con las raíces al aire.
  Bien  pronunció la voz ahuecada del búho  Como otros años seré yo quien empiece a preguntar qué problemas creéis que debemos solucionar en esta reunión.

   Todos empezaron a hablar a la vez y claro, nadie se enteraba de nada. Así que el búho, que era un pájaro sabio, propuso que hablaran uno a uno y, por votación, eligieran cual era el problema más importante a tratar.
   Después de un buen rato, durante el que todos los animales habían dado su opinión, llegaron a la conclusión de que la lluvia que se llevaba la tierra era su mayor preocupación.
   Tendremos que decirle al agua, que cuando pase por los bosques y campos de labor, lo haga con más cuidado –Propuso una ardilla.
   ¡Siiii! –exclamaron algunos.
  No te hará caso, ella no tiene la culpa –Le respondió una trucha desde el río cercano. Yo la conozco y es muy buena, pero son las nubes quienes la lanzan en forma de lluvia.  Entonces, algunas veces hace daño.
   Pues habrá que decirles a las nubes que tengan cuidado –propusieron las hormigas –Este año se nos ha inundado el hormiguero varias veces.
   Eso, eso –les aplaudió un tejón –A mí también se me ha inundado la madriguera este año.
   Con un golpe de cola, la nutria dijo que quería hablar. –Yo, también conozco al agua como las truchas, y tienen razón, son las nubes quienes lanzan con fuerza el agua. He de deciros que las nubes no os van a hacer caso, ya que toda su vida han estado cogiendo agua del mar y soltándola en la tierra. Es su forma de vivir y no lo pueden evitar. Yo creo que lo que debemos hacer es nombrar a un vigilante del campo, como un guardián, que esté pendiente de las nubes y nos avise a todos cuando se acerquen para poder estar prevenidos.

   A todos los animales les pareció una gran idea. Entonces, el señor búho propuso que se presentaran voluntarios aquellos que quisieran ser el guardián del campo y entre todos elegirían a uno.  
   El primero en presentarse fue el zorro, argumentando que era muy listo y ágil, y que podría estar pendiente de las nubes en todo momento. Pero entonces, los conejos, los topos y los ratones dijeron que no estaban de acuerdo.
   Tú serás muy ágil –exclamó el topo –pero cuando buscas comida, escarbas en el suelo y eso hace que se nos inunde más nuestra casa.
   A continuación, la culebra  dijo: –Yo sería un buen guardián, pues puedo trepar por los taludes y los árboles y estar pendiente de las nubes.  

   Creo que te equivocas –le contestó el lagarto –Tú, como nosotros, eres un reptil, y en invierno duermes los días que hace frío. Entonces, quién avisará al resto cuando estés dormida.
   Bien pensado –dijo el búho.
Siguieron presentándose más y más animales y ninguno se dio cuenta de que las nubes se acercaban de nuevo cargadas de agua.
   Creo que yo, la golondrina, puedo ser una buena candidata.

   ¡No lo creemos! –Protestaron los zorzales –Las aves migratorias no podemos ocupar la plaza, pues vosotras no estáis aquí en invierno y nosotros, no estamos en verano. Tiene que ser alguien que viva aquí todo el año. Que visite los bosques, las tierras de labor, los parques y jardines, las campiñas, las montañas y las riberas de los ríos.
   Entonces, apareció en el claro del bosque un pequeño gorrión: –¡Atención todos los animales!, mientras estabais aquí reunidos yo me quedé fuera del bosque por si aparecían las nubes, y se están acercando. Id a vuestras casas y tapad la puerta para que no se vuelvan a inundar.

   Todos los animales allí reunidos sonrieron y miraron al pequeño gorrión. Sin habérselo pedido y sin exigir nada a cambio, había estado pendiente de las nubes. Mientras el resto de animales había estado discutiendo, él había estado velando por ellos. Entonces, el búho, pájaro sabio donde los haya, sentenció:
Creo que no hay ninguna duda, el animal que debe de ser el guardián del campo es el gorrión, pues de sobra ha demostrado que es ave inteligente y ha estado pendiente de las nubes para que nosotros no sufriéramos ningún peligro.

   Y así fue como el gorrión fue nombrado guardián de nuestros campos. Por eso, allá donde vayamos, siempre encontraremos a esta simpática avecilla, dispuesta a avisar a sus compañeros, si viene algún peligro.

4 comentarios:

  1. Con tu sabio cuento le rindes un pequeño homenaje a nuestro popular gorrioncillo que por todas partes se mueve sin que, en la mayoría de las ocasiones, nos percatemos de su presencia.
    Un saludo de 'Ojolince y Sra.'

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  2. el buho me he quedado de piedra!!!me encanta
    saludos y si quieres ver mi blog marcosg66.blogspot.com

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