Así reza un refrán español.
Bien es cierto que comparten aficiones. A buitres y a milanos, podremos ver en torno a alguna carroña para alimentarse. Los buitres, están más adaptados a carroñear animales grandes: ciervos, burros, caballos, cabras... mientras que los milanos son más de pequeñas piezas: ratas, ratones, conejos, liebres...
El buitre están metido de lleno en una polémica que tiene mal arreglo. Los pastores y ganaderos de hoy, se quejan de ataques al ganado y por ello son perseguidos. Quizá lo que está mal sean las formas y maneras de atender hoy el gandado simplemente. Antiguamente, el ganadero vigilaba sus reses, su cabaña, mientras que hoy, confiados por la tecnología, pretenden hacerlo desde casa. Desde casa, no se puede controlar el campo, nada más.
De hecho, y como curiosidad referente a lo antes mencionado, su alimentación a base de carroña y la típica estampa del ave a la espera de lanzarse sobre un cadáver, han provocado que no goce de buena reputación y se le suela asociar con el oportunismo y la desgracia. Por otro lado, desde antiguo se piensa que el buitre es una de las aves menos dañinas, pues se alimenta de carroña y no perjudica a los intereses del hombre.
De Aragón
Aunque la mayoría de las aves no tienen olfato, en este párrafo le atribuyen al buitre la capacidad de oler, y si bien no es cierta, es bien curiosa:
La superstición ibérica, introdujo al buitre en la medicina popular, encontrando cosas tan curiosas como lo que viene a continuación:
De Asturias
Antiguamente se utilizaban como remedio
medicinal los “papos” del buitre, para los dolores de estómago. El papo es el
buche en las aves.
Popular
Se cree que una pluma
suya ahuyenta las serpientes y sirve de remedio a las embarazadas para asegurar
un buen parto.
Sin embargo, los milanos no suelen ser perseguidos por no presentar molestia alguna. Podríamos decir que la migración en
grandes bandadas es algo que define a la perfección al milano negro. Lo que
caracteriza al milano real es la silueta con la cola muy ahorquillada, lo cual
le ha dado el nombre de cola de pez en muchos lugares. Ambos tienen fama de
aves asustadizas.
Milano real (Milvus milvus)
Estas aves carroñeras han sido protagonistas en diferentes facetas de la cultura popular: canciones, poesías, refranes, dichos... Así nos encontramos con esta retaila de Villapún (Palencia)
tres
perros dura un caballo
y tres caballos dura el dueño.”
Estas aves carroñeras han sido protagonistas en diferentes facetas de la cultura popular: canciones, poesías, refranes, dichos... Así nos encontramos con esta retaila de Villapún (Palencia)
“Tres
años dura un milano,
tres
milanos dura un perro,
O estas cancioncillas de corro en las que cambian algunas palabras y que bien puede ser por pertenecer a provincias cercanas pero diferentes:
De Urrez (Burgos)
“Milano, milano,
pícame en la mano,
si no me la picas,
que se te rompan las tripas”.
De Villavieja de
Yeltes (Salamanca)
"Vilano, vilano,
pícame en la mano,
Si no me la picas
me voy a la botica."
Milano negro (Milvus migrans)
Existen varios dichos sobre los milanos, lo que corrobora que para el pueblo no pasó desapercibido:
Los mayores de esta localidad del sur de
Córdoba, se refieren a los jóvenes algo traviesos con el nombre de “melión”.
Según el diccionario de la
Real Academia de la Legua Española, un melión es un milano, aunque
también se aplica al busardo ratonero.
De Dos
Torres (Córdoba)
“El mal
del milano: tener grandes perezas y el pico sano.”
Referido
a la persona a la que no le gusta trabajar pero sí comer bien.
“Eres
como el milano: las patas malas y el cuajo sano”.
De
Palacios de la Sierra
(Burgos)
“El
milano tiene las alas quebradas y el cuajo sano”.
“El mal
del milano: las alas quebradas y el papo sano”.
En muchas zonas de Burgos se suele decir
que no se merienda hasta que pase el milano. Queda reflejado en este dicho de
Quintana de Pidio (Burgos):
Cuando el
niño reclamaba la merienda:
“Madre,
dame pan”
La madre
contestaba:
“No ha
pasado el milano.
Al milano
que le den
la
corteza con el pan,
si no le
dan otra cosa,
la mujer es más hermosa”.
Para terminar, algunos refranes que, curiosamente, están todos relacionados con la capacidad de conocer cuando lloverá al oír cantar al milano:
“Cantando
el milano, agua en la mano.”
“Cuando
canta el milano, agua en la mano.”
“Cuando
canta el milano, agua en la mano; y si canta al medio día, agua al quinto día.”
“Cuando
la milanilla pía, agua a los tres días.”
“En
cantando el milano, agua en la mano, y si canta al medio día, agua al quinto
día.”
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